Solo existe una descripción para esta carta: limpiadora de mesa. Además, la limpia pero de verdad, porque retira del juego absolutamente todos los permanentes, sin importar si son tierras, artefactos, criaturas o encantamientos. Ni siquiera le afectan las protecciones contra rojo ni las cartas que no pueden ser objetivos de hechizos o efectos, ya que no hace objetivos. Incluso se carga a las siempre molestas cartas indestructibles, porque no las destruye como la Wrath of God o el Armageddon, sino que las retira del juego.
Su principal problema es que además de retirar todos los permanentes del juego, te descarta de la mano. Pero ese misma cualidad la puede transformar de ser una carta defensiva para jugar cuando estamos desesperados a ser una carta ofensiva si la jugamos con cartas con Madness, como por ejemplo Fiery Temper o la Basking Rootwalla, que además es gratis.
En resumen, fácil de jugar no es, pero salvaje, un rato.
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