Conseguir un turno extra es una ventaja muy grande, tanta que las cartas que la dan siempre tienen alguna pega.Ya vimos el Time Walk, la pega de esta es su precio desorbitado, hoy tenemos el Final Fortune, en la que
desde luego, nos la jugamos, pero con un poco de cabeza, podemos ganar la partida, o conseguir una oportunidad de ganar cuando ya está todo prácticamente perdido.
Las formas de hacerlo son muy diversas, pero sobre todo, hay que buscar que el otro no pueda responder a la
forma en que tenemos de ganarle, lo más habitual es pillarle con el maná tapeado (o en una rompe tierras, sin tierras).
La otra es que tenga poca vida, lo que se puede conseguir fácilemente si jugamos las cartas de daño directo rojas como
el Lightning Bolt. Si además podemos dejarle sin criaturas en su turno con instants y tenemos alguna
criatura grande, la cosa está hecha.
Para acabar de rematar, una Howling Mine (o varias) puede ser la guinda del pastel para tener más cartas que jugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario