jueves, 30 de marzo de 2017

Helm of Obedience

Rescatamos desde el profundo pasado una carta con la que podemos ganar la partida en el primer turno. Su combinación con Leyline of the Void es sencillamante brutal.

Pagando X manás y girándola, pondremos la primera carta del mazo en el cementerio del oponente, y continuaremos repitiendo el proceso hasta que hayamos puesto X cartas o una criatura en el cementerio. Dejamos el hecho de que nos quedamos con la criatura que fue al cementerio y sacrificamos el artefacto, porque lo realmente bueno es cuando lo jugamos con la Leyline, que al hacer que las cartas vayan al exilio, nunca se cumple la condición de que haya X cartas o una criatura en el cementerio, con lo que le exiliamos todo el mazo.

Y esta barbaridad se puede conseguir en el turno 1 porque si la tenemos en la mano inicial la Leyline va gratis y con dos Dark Ritual tenemos 5 manás para jugar el artefacto y activarlo.

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