Su coste normal no es de lo más apetecible, ya que hay que pagar un maná rojo y dos veces X para hacer X daños a un jugador y a todas las criaturas que controle.
Pero si es la primera carta que robamos, lo podemos jugar sin la segunda X con lo que queda que hace X puntos de daño al jugador y a sus criaturas por X manás y uno rojo. Además, como el objetivo es el jugador, se salta las habilidades de hexproof y shroud, por lo que es una forma muy apropiada de llevarse por delante a Sigarda.
Lo malo es que solo funciona realmente bien por su coste de milagro y si cuando la robamos no la queremos usar, luego nos costará el doble jugarla (o será la mitad de efectiva). Por supuesto, esto se evita con un Sensei's Divining Top.
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